¡Hola a todos y todas!
En el día de hoy os traemos una nueva instalación enfocada en la experimentación con distintos tipos de pintura. Esta no es una pintura cualquiera, sino que todos los materiales utilizados son comestibles. Hemos utilizado desde yogures congelados con colorante alimenticio hasta pintura casera creada con diferentes verduras. De esta manera nuestros peques han podido disfrutar la actividad con sus cinco sentidos.
Esta instalación es un escenario con fin lúdico que ofrece libertad de juego y acción. En concreto, esta instalación se basa en la libre exploración del entorno y los materiales proporcionados de manera supervisada. De esta manera, los niños y las niñas han podido experimentar nuevas experiencias creativas y sensoriales dando rienda suelta a su imaginación y disfrute.
El entorno lo hemos dividido en cuatro colores diferentes. Por un lado, estaba el morado, realizado con remolacha; por otro el verde, realizado con espinacas; el rojo, realizado con pimentón; y el marrón, realizado con café (descafeinado). Asimismo, alrededor de estos colores se han colocado distintos rodillos, esponjas con formas y pinceles, para que pudieran utilizarlos libremente y realizar diferentes propuestas artísticas.
A continuación, os dejamos unas fotos del antes y el después, además de imágenes que muestran ¡cómo han disfrutado todos y todas de esta instalación tan chula!