Esta semana, en habilidades sociales hemos creado una herramienta para que nuestros chicos y chicas puedan canalizar algunas emociones, como el enfado, el estrés o el nerviosismo.
Esta herramienta es, ni más ni menos, una pelota antiestrés casera. Cuando sentimos preocupación, nerviosismo, ansiedad, nuestros músculos se tensan, pero apretar la pelotita con las manos, y focalizar la atención en moldear, estrujar y visualizar nuestros movimientos, esa tensión desaparece, ya que nuestros músculos y nuestra mente se relajan.
Entre los beneficios del uso de la pelota antiestrés, podemos destacar los siguientes:
- Liberamos tensión.
- Desviamos la atención y dejamos de focalizarnos en lo que nos produce nerviosismo, enfado, estrés...
- Nos ayuda a fortalecer los músculos de los dedos de las manos (muy recomendable para personas con hipotonicidad), favoreciendo la motricidad tanto gruesa como fina.
- Mejora el estado de ánimo.
- El uso de esta pelotita nos puede ayudar a aliviar la frustración.
- Ayuda a controlar los dedos inquietos a personas con TDHA, o el comportamiento autoestimulante en personas con TEA.
Como hemos dicho, primero hemos hidratado las perlas de hidrogel en la botella, añadiendo agua, y dejando reposar durante unas horas para que las perlas absorban todo el agua.
El siguiente paso, es inflar un poco el globo (para que entren más bolitas), girar la boquilla y colocarla en la boca de la botella, como observamos en las siguientes imágenes.
Posteriormente, giramos la botella, deshacemos el giro del globo, y dejamos caer las perlas de gel en el interior del globo. Sacamos el globo, le quitamos el aire, le hacemos un nudo... y "voilà" ¡ya tenemos lista nuestra pelota antiestrés!.
Y vosotros... ¿os animáis a fabricar la vuestra?
Equipo de Atención a la Diversidad